Qué objetivos persigue
El objetivo principal es aquel que las familias tanto nos repiten y el que más les preocupa: “Que se valga por sí mismo”.
Por este motivo, la terapia ocupacional tiene como finalidad que el/la niño/a alcance las destrezas necesarias para el desempeño en las áreas de ocupación propias de su edad: autocuidados, educación, juego y participación social, fundamentales para el bienestar emocional del/de la niño/a.
Se analizan las actividades en las que participa el niño/a para comprender y determinar qué está dificultando su participación plena. De esta manera, desde terapia ocupacional planteamos si es necesaria una intervención directa con el/la niño/a, qué asesoramiento o formación hay que dar a la familia y/o en los entornos habituales, así como qué modificaciones estructurales u organizativas son necesarias para alcanzar la MÁXIMA AUTONOMÍA E INDEPENDENCIA.
Tras este proceso de valoración se define un perfil ocupacional que proporciona información sobre las características propias del cliente, sus intereses y valores, sus necesidades y las de la familia, así como las restricciones en la participación que provienen del entorno. Este perfil ocupacional permite al/ la terapeuta ocupacional comprender e intervenir sobre lo que realmente es importante y significativo para la familia y el/la niño/a, lo que se denomina como PRÁCTICA CENTRADA EN EL CLIENTE.