La Integración Sensorial (IS) “es el acto de organizar las sensaciones para su uso” (A. Jean Ayres). Es el proceso mediante el cual el cerebro percibe y clasifica toda la información recibida por los diferentes sentidos y selecciona lo importante, permitiéndonos responder a las situaciones de la vida cotidiana de manera adaptativa y, por lo tanto, creando aprendizajes, comportamientos y percepciones.
Es un proceso automático que establece las bases para el aprendizaje académico y el comportamiento social. Al menos que el niñ@ presente un problema realmente importante, suele pasar desapercibido.
Las sensaciones y los 8 sentidos
Además de los 5 sentidos que nos han enseñado siempre (vista, oído, olfato, gusto y tacto) que nos proporcionan información externa, contamos también con el sentido propioceptivo (encargado de sentir la posición y movimiento de los músculos y articulaciones de nuestro cuerpo), el vestibular (percibe los movimientos de la cabeza, la fuerza de gravedad y el equilibrio) y el interoceptivo o visceral (informa de sensaciones de dentro del cuerpo como el hambre o la sed).
Los sentidos son los pilares de la IS sobre los que se construyen las bases del desarrollo. Para que el sistema nervioso se desenvuelva adecuadamente es necesario un buen suministro de sensaciones variadas que lo ayuden a madurar y crecer. Éstas se pueden dividir en tres grandes grupos según el tipo de información al que se refieren:
- Información de fuera del organismo.
- Información del movimiento del cuerpo y del lugar que ocupa en el espacio.
- Información de lo que ocurre dentro del cuerpo.
El sentido propioceptivo: posición y movimiento del cuerpo
La propiocepción hace referencia a la información que surge de los movimientos de contracción y estiramiento de los músculos y de los movimientos de flexión, extensión, rotación, compresión y tracción de las articulaciones. La mayor parte de estas sensaciones propioceptivas se procesan en el cerebro de forma inconsciente y, junto a otras sensaciones como las del tacto, contribuyen a la formación del esquema corporal y a la planificación motora del niñ@.
Podemos observar que los niñ@s con baja percepción propioceptiva muestran dificultades para realizar tareas sin usar la vista o regular la fuerza necesaria para realizar una tarea. Jean Ayres nos puso un ejemplo sencillo: “¿cuantas veces ha cerrado la puerta de un armario sin tan siquiera mirarla? La cierra guiado por señales propioceptivas y recuerdos neuronales de experiencias propioceptivas anteriores”.
El sentido vestibular: gravedad, movimientos de la cabeza y equilibrio
El sentido vestibular nos informa de dónde nos encontramos en relación a la gravedad, si nos estamos moviendo y a qué velocidad. Sus receptores se encuentran en el oído interno y son dos diferentes, primero los que captan la información de la gravedad y segundo los que captan los movimientos de la cabeza y la velocidad de aceleración y deceleración de los mismos.
Es el sistema encargado de la postura, equilibrio y movimiento del cuerpo que, junto a otras sensaciones como el tácto, la vista, el oído y la propiocepción, nos informa de la posición de nuestro cuerpo en el espacio. Además, una de las contribuciones más importantes del sistema vestibular es la modulación del sistema nervioso, de la cual hablaremos más adelante.
Asimismo, es uno de los primeros sistemas en formarse en el seno materno debido a que la madre estimula el sistema vestibular del bebé con sus propios movimientos. Es por ello que los niñ@s cuyas madres han tomado reposo por dificultades durante el embarazo pueden presentar dificultades a nivel vestibular cuando crecen.
El sentido del tacto
El tacto es el sistema más amplio e importante para el desarrollo del comportamiento humano. La piel posee receptores de la presión, textura, calor, dolor y vibración que recopilan información. Esta se organiza en nuestro cerebro para apoyar el movimiento eficiente, dar significado a otras entradas de información sensorial e incluso influir en las emociones de la persona.
El sistema táctil es el primer sistema sensorial que se desarrolla en el seno materno. Por ello, su función es fundamental en la organización neuronal global. El contacto físico del bebé y la mamá o cuidador/a es necesario para el desarrollo emocional, social y físico del niñ@.
Durante todo el día ignoramos sensaciones táctiles de la ropa, el aire y los objetos que tocan nuestro cuerpo, las cuales mantienen activo nuestro sistema táctil sin ser conscientes. Estas entradas táctiles inconscientes son necesarias para una buena organización cerebral, ya que son necesarias para sentir los límites de nuestro cuerpo.
El proceso de Integración Sensorial
Los diferentes tipos de información sensorial provenientes de los sentidos se combinan para formar las funciones que los niñ@s necesitan para superar los retos de desarrollo y el aprendizaje de su día a día. Los sentidos son la base de la integración sensorial, una organización de los mismos lleva al primer nivel de IS.
En el segundo nivel de IS los tres sentidos básicos (tacto, vestibular y propioceptivo) se integran formando la percepción corporal, planificación motora y estabilidad emocional, entre otras. En el tercer nivel la información visual y auditiva se integran con las anteriores para formar la capacidad del lenguaje y el habla, así como la coordinación viso-manual y la percepción visual precisa.
Finalmente, en el cuarto nivel se encuentran los productos finales de todas los procesos sensoriales de los anteriores niveles.
Ninguna de estas funciones se desarrolla a la vez ni en un momento concreto, el niñ@ pasa por cada nivel de IS durante su crecimiento.
Dificultades de integración vestibular- bilateral
Los problemas de integración vestíbulo-bilateral no se presentan todos a la vez y se pueden encontrar en niñ@s que no tienen desórdenes de integración sensorial. Signos y síntomas característicos de esta dificultad:
- Dificultades para aprender a leer o hacer cálculos matemáticos a pesar de seguir,
- generalmente, un patrón de desarrollo normal.
- Busca o tolera actividades de movimiento (correr, saltar marearse) sin marearse como otros niñ@s.
- Dificultades para seguir la línea de una página o copiar de la pizarra.
- Pesadez y/o rigidez cuando se le intenta ayudar a enderezarse o a mantener el equilibrio.
- Dificultades para sentarse derecho, se inclina sobre la mesa.
- No lateralidad manual tras los 6 años.
- Dificultades de direccionalidad (confusión de derecha-izquierda y arriba-abajo).
- Cambiar letras (b/d) o números o escribirlos al inverso.
- Evitación del cruce de la línea media del cuerpo.
- Problemas de fluidez de movimiento o ritmo.
Actividades que contribuyen a regular y desarrollar el sentido vestibular
Las experiencias de movimiento son esenciales para desarrollar el sistema vestibular. A continuación os mostramos algunas de las actividades que contribuyen a su regulación y desarrollo:
- Jugar en el parque: tobogán, columpio, saltar…
- Tumbarse boca abajo sobre la barriga y con los codos apoyados para pintar, leer o jugar.
- Actividades que requieran equilibrio: bicicleta, patinete…
- Actividades que impliquen la coordinación de ambos lados del cuerpo: saltar a la comba, nadar, remar, tocar un instrumento…
- Actividades de coordinación viso-manual: tenis de mesa, coger y encajar monedas…
Inseguridad gravitatoria
La inseguridad gravitatoria se manifiesta como una respuesta de miedo al movimiento y/o a las alturas. Muchos niñ@s con esta dificultad tienden a ser considerados niñ@s con problemas de comportamiento o emocionales. Signos de inseguridad gravitacional:
- Ansiedad al levantar ambos pies del suelo.
- Miedo exagerado a las alturas o a caerse.
- Miedo al coger escaleras o rampas mecánica.
- Angustia al mover la cabeza hacia atrás.
- Angustia o evitación de los elementos del parque.
- Inseguridad al bajar o subir escaleras o al trepar.
Sugerencias:
- Reconocer el problema y respetar la forma en la que reacciona en las diferentes situaciones.
- Ayudar a participar gradualmente en actividades que le resulten un desafío.
- Darle el tiempo que necesite para investigar aquello que le produce inseguridad.
- Juego imaginativo que lo distraiga durante actividades desafiantes.
- Ayudarle a moverse en la dirección y velocidad que le resulte más cómoda.
Referencias
1- La integración sensorial en los niños: desafíos sensoriales ocultos, A. Jean Ayres.
Autores: Servicio de Terapia Ocupacional Centro Os Bambáns
