Los trastornos de la excreción son uno de los problemas más preocupantes para muchas familias y por el que acuden al servicio de psicología. Dentro de estos trastornos, los más habituales son la enuresis, definida como la micción (voluntaria o involuntaria) repetida en la cama o en la ropa en edades que se considera que este hito evolutivo ya debería estar adquirido (5 años); mientras que la encopresis hace referencia a la excrección repetida de heces en lugares inapropiados como la ropa o en el suelo, también se realice de forma voluntaria o involuntaria, a partir de los 4 años.

Antes de empezar una intervención con este tipo de trastornos es necesario realizar una evaluación multidisciplinar, en la que en un primer momento el médico descarte cualquier anomalía orgánica que pudiera afectar al buen funcionamiento del sistema urinario o digestivo y que causara dichos problemas en la evacuación de la orina o heces. Una vez excluidos los motivos médicos, se realizaría una evaluación psicológica del problema a través de la entrevista con los padres y el menor de forma separada, especialmente a partir de los 7 años, donde se determine cómo es ese comportamiento, con qué frecuencia y de qué forma ocurre, cuándo empezó y si existe alguna otra dificultad presente. Además se debe encargar a las familias y a los propios niñxs que cubran un registro donde se recojan los días y momentos en los que se producen estas “pérdidas”, así como las repercusiones que tienen en el contexto si la edad del menor nos lo permite. Es importante que estos registros se realicen durante toda la intervención con el objetivo de realizar una evaluación continua del proceso.

Para la intervención en la enuresis y encopresis es necesario contar con la participación de la familia y del niñx. En un primer momento se realizará psicoeducación sobre el problema y las pautas a seguir para su intervención con los padres y madres. Después, en función de los resultados de la evaluación, en caso de tratar un problema de enuresis, se diseñará un programa de entrenamiento en el control voluntario de la micción específico para cada niñx. De forma similar, en la encopresis, también teniendo en cuenta los resultados de la evaluación médica y psicológica, se diseñará una intervención conductual, la cual tiene el objetivo de entrenar el hábito de la defecación.

Autora: Sara Pérez – Psicóloga

Nº Colegiada: 6178